Felices 20 Anahí

Anahí se tuvo miedo muchas veces. No a ella en si, sino, a sus capacidades.

Ella entendió desde pequeña que todos cargamos con la gran capacidad de hacer de si lo que queramos, lo que deseemos, aun siéndolo solo en sueños.
Entendió que no intentar hacerlos realidad es cargar con ellos. Es limitar nuestra esencia... Y así aprendió a volar (A pesar de que a veces se cae intentando saltar).

Si le preguntan qué hizo en su vida, contaría varias cosas y sabría internamente que una gran mayoría le servían día a día para llenar espacios. Llenar tiempo del que temía.
Admitiria que siempre elijio el camino que la dejaba sola, sola y a veces en su soledad, se encontraba con ella...

Viajó y conoció. Se sentó en el escalón de casi todas las plazas que recorrió sólo para mirarla con la altura de un niño. Y pensar (pocas veces como una nena)…

Sueña con vivir en un lugar distinto, alejado de tanto ruido, quiere sonidos.

No le gusta responder preguntas concretas, conoce respuestas crueles y por eso…divaga. En esos momentos siempre encuentra algo con que jugar en sus manos, se saca y se pone el anillo, se agarra su pelo largo o se saca el reloj…divaga de nuevo.

Todo el mundo le es superfluo, y la gente que esta en él, le parece aún más vacía…sin embargo disfruta mucho observar sus caras en el  tren, e inventar sus historias. Sus conversaciones, sus lágrimas. Les da sentido.

Ella tiene miedo de olvidar. Pero recordar…recordar le da terror.

Es de las que disfruta viajar, en bondi, en tren, en auto. De las que cierran los ojos y sonrie al sentir el aire pasando entre sus cabellos. De las que les gusta desentonar sin llamar la atención...

Se imagina sola estando acompañada para encontrarse con ella, y poder ser ella. De las que temen al fracaso. De las que desconfían cuando encuentran en sus manos algo por lo que no han luchado. Por que así se hizo, de la tierra al cielo sin escalas.
Anahi no tiene límites mas que sus ganas.Y es extremista, sin desconocer los grises.
Anahi sabe que la gente inventa sentimientos que le den ganas de vivir, que le hagan creer lo que les queda por vivir. Y quizás si, o quizás no. Pero ella, ella no quiere vivir ilusionada de una vida ingenua, hara de los momentos los suyos y asi vivirá.


Soy Anahi, observándose una vez más con sus nuevos y a estrenar 20 años. Sentada en la misma silla que hace quince, diez , cinco años. La misma, pero con más vida en su sonrisa, con más penas en sus lágrimas, con ella misma dentro de si.