Eran una de esas tardes que tanto le gustan a ella. Donde la brisa del verano y el sol a medio dormir le traian al cuerpo esa sensacion que tanto adoraba...El pelo sobre su rostro y su mirada soñadora inevitable, cualquiera que la conociera hubiera sabido que tenia esa sensacion de plenitud que le traen los recuerdos, recuerdos de soledad y las espectativas de que todo lo puede lograr...
Pero nadie la conocia tan profundamente...nadie hubiera visto el rostro de su alma...
Su soledad está envuelta en otra soledad y sólo ella lo sabe, sólo ella...
ResponderEliminarRo an