Habia una vez una princesa que vivia en su castillo,
allá a lo lejos, cerca del cielo, cerca a lo eterno.
Dormía, dormía intensamente entre nubes de algodon..
Ella era de porcelana. Fina porcelana.
Fria.Fragil. Fria.
Todo lo creaba...en nubes, en suaves nubes ella inventaba.
Pero a veces el cielo decidía llorar.
Llorar hasta morir el día, hasta morir sus sueños.
Siempre llovia debajo,
aunque su príncipe no distinguia cuales eran las lágrmas y cuáles sus ilusiones.
Pero sabía que eran de ella, intentaba juntarlas,
corría tras cada gota,
corria, realmente corria por alcanzarlas.
El tenia una idea, una idea maravillosa de volver a intentarlo,
de hacerlas de hielo,
de hacerlas eternas, de contruirlas de nuevo, lo hacia por ella..
Pobre. Lo hacia por ella.
Y al ver el viento soplar el sonreia
(Y ella al verlo, lloraba.)
allá a lo lejos, cerca del cielo, cerca a lo eterno.
Dormía, dormía intensamente entre nubes de algodon..
Ella era de porcelana. Fina porcelana.
Fria.Fragil. Fria.
Todo lo creaba...en nubes, en suaves nubes ella inventaba.
Pero a veces el cielo decidía llorar.
Llorar hasta morir el día, hasta morir sus sueños.
Siempre llovia debajo,
aunque su príncipe no distinguia cuales eran las lágrmas y cuáles sus ilusiones.
Pero sabía que eran de ella, intentaba juntarlas,
corría tras cada gota,
corria, realmente corria por alcanzarlas.
El tenia una idea, una idea maravillosa de volver a intentarlo,
de hacerlas de hielo,
de hacerlas eternas, de contruirlas de nuevo, lo hacia por ella..
Pobre. Lo hacia por ella.
Y al ver el viento soplar el sonreia
(Y ella al verlo, lloraba.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario