3.10.2011

Pero tu ya habias dejado de creer en sos castillos que hicimos de hielo y el mismo cruel amor deshizo.
Poco a poco logramos dejar de creer en nosotros, como siempre nos vimos, como dos personas destinadas a la enterna soledad. Parecia tan idiota pensar en que debiamos acabar con este amor, que aun en dolor no nos soltabamos y tan cruelmente nos hechabamos al mar el uno al otro.
Por que caminabamos con dos pies izquierdos tratando de sostenernos y caernos entre brazos.
Volviamos, siempre volvimos a levantarnos con la angustiosa pena de que esta vez estabamos en viaje de nuevo, que quizas, en la proxima romperiamos una pierna.


Pero no importaba.

1 comentario:

  1. Es como el baile de dos ciegos en plena noche o como dos aguilas tratando de besarse... Realmente nada es suficiente para algo que necesita sostenerse de un mundo... nada...


    andrés

    ResponderEliminar