I
Habían comenzado su conversación de la forma habitual: siempre alguno de los dos escribía un comentario acerca de lo ignorante que solía ser la gente y discutiendo acerca de lo que creían, era la “verdad”. Era extraño, pero en el chat se encontraban dos personas que compartían grandes ideas. Sin embargo, a la vista del mundo, eran dos entes mas, sin ningún tipo de conexión… al menos, nadie sospechaba de algo tan particular.
Hacia tiempo que los dos se estaban entendiendo. Como nunca otro había hecho, (al menos para ella).
Ambos compartían la cruel existencia en un mundo que no les pertenecía. Ni ellos a él.
Ella amaba la libertad. El iba por más, y la deseaba.
Largos desvelos habían visto sus noches. Ella luchando contra ella. El matando el tiempo en fácil sudor, esperando a ver que sucede después de “todo”.
Ninguno vivía (a pesar que el casi tres años después  dijera “vivía sin vos, podría volver a hacerlo”)... NINGUNO vivía. 
 
II
Esta vez él había decidido dar quizás un gran salto a delante, quizás un gran paso hacia atrás. 
 Ella seguía embebida en la sangre que derramaba su alma, ya no podía amar a otro hombre (Era triste, pero había caído en razón de que nunca lo había hecho…)
Sin embargo, a pesar de desearlo cada instante en que estaba despierta y posponer el sueño hasta un limite que ella misma aun desconocía, sabía que nunca podría darle su amor, el nunca le pertenecería (siempre supo que eso no es para la clase de ser que ellos padecían ser en este mundo.)Ni sus manos, ni su piel.
Se negaba el sentimiento cada mañana, al abrir sus ojos forzados a cerrarse en las noches, al dar el primer paso hacia la escuela, instantes previos a tener que cruzar una mirada tan innegablemente cómplice (que a ella enloquecía…y agrandaba su odio por ella misma).
El contaba a ella detalles de su vida, los cuales al principio ella disfrutaba, pues sabia que se acercaban, y le encantaba la idea. Pero un tiempo después (menos del que ella estaba prefiriendo) le partían muy de a poquito algo de lo que se había olvidado que aun tenia. Corazón. Sin embargo, se seguía enamorando sin anestesia.

III
Cada vez más concurrente la búsqueda incesante del otro por las noches, aun siendo sólo para confirmar que el otro estaba teniendo alguna revolución interna, de la cual era participe… o no.
Ellos se encontraban por las noches. Pero no.- Es algo que aun sólo ellos pueden entender. Y no.-Algo que a la larga debieron rendirse a la idea de que era más que conexión... Estaban llamando a sentimientos. Algo que él declaro, en una extraña situación (y me refiero a extraña porque se encontraba un moderado cúmulo de gente detestable para él) ya haber sentido. Aunque quizás de una forma distinta (ella nunca lo sabría, sinceramente, así lo prefería).

IV
Como ya había dicho, él Eligio tomar una decisión mas determinante. 
Ninguno podía negar que tenían que estar un poco mas juntos (pero ella sabia que nunca era un poco mas -los dos eran extremistas- pero le acalambraba el alma saber lo que ellos PODIAN LLEGAR A SER...y no serlo. No poder).
Sus mentes lo pedían. Sus cuerpos se buscaban.
Una vez más quiso huir de la posible caída. Sabia que levantarían demasiado vuelo, y esperanza es lo que nunca tuvo. Ella siempre había preferido imaginarlo como un rival, solo debía tomar lo que había aprendido a hacer con las relaciones. Lo que sirve. Nunca fue posible con él...

Se prometió así misma esta vez dejar ganar, que lleve su tiempo, no le importaba perder. Rendirse al hipnotismo que dejaba sin piedad. Dejar ese impulso retenido a la impotencia y a su vez, tan cruel resignación.
No mirar hacia delante, solo ir hacia allá.

V
Finalmente él le ofreció amor. De la forma mas tierna, de la mas real. Lo mas puro del amor, él se lo dio.
Ella finalmente debió aceptar que estaba fuera de sí para formar parte de algo superior.
Alguna vez ella soñó en que sean uno entre los miles. Él le enseñó a ser el mundo sin ellos.
Estaban comenzando algo completamente fuera de serie. Miedo?, no lo creo.
Pero ambos estaban a punto de...
 
[...] arriesgarse finalmente a algo. A darle sentido a algo. A Crear algo por ellos mismos.

VI
Los dos conocían (aún antes de empezar) que de haber un final cuál seria su razón.
Ella creía en el amor de la forma en que lo estaban creando. Pero no podía creer en ella, y no podía creer en él. Ahora sólo existían ellos.
Esta vez la oveja se enamoraba del lobo. Sin embargo...los dos eran lobos. Los dos eran ovejas. Ninguno de los dos estaba hecho para el amor.
Ellos nunca se darían cuenta que sus caminos estaban a punto de cruzarse...a veces los dos preferían que solo estuvieran caminando de forma paralela, con sus manos tomadas de forma "estirada", de forma limitada, pues el hecho de no volver a caminar juntos seria más que una derrota. Seria estar solo. Sin él. Sin ella.

 VII
Estaban juntos y para ella, pensarlo y creerlo era casi imposible.
Si lo pensaba debía definirse cada instante de qué forma lo estaban haciendo. Con él nunca había podido establecer una balanza de la manera en la que estaba acostumbrada. Tenía que definir lo que es necesario, suficiente y debido. Lo que es bueno, de lo que no. Su forma de juicio daba un vuelco extraño y hacia imposible definir cualquier tipo de relación, de parámetro...Él lo hacia. Y ella no tenía la menor idea de cómo. Quizás porque él sacaba conclusiones sobre el efecto que producía en ella. "Te hago bien. Te hago mal".  Ella jamás lo hubiera puesto en la balanza. Ella sabia que juntos eran fuertes (ni ellos tenían en mente de cuánto lo eran).
En fin. Si lo pensaba no tenia sentido que este tipo de persona se diera el lujo de estar tan unidos, de no estar tan solos como el resto.
Si lo creía... SI. CREIA. Después de todo si el amor que se tenían no era suficiente para que estén juntos...que Verdad vale la pena en este caos efimero? (sabia que el amor no alcanza, pero es lo unico que vale la pena). Ellos no eran el tipo de persona que vive sin sentido, sin embargo las hacían. Pero ella tenía una idea fiel de que el problema no era la falta de sentido, sino no encontrarlo (aun). 

 VIII
Ella tenía una sensación un tanto siniestra. Siempre había pensado que algo debería creerse desde el principio. Como cuando te gusta algo. Si lo sientes desde un primer encuentro, formara por siempre parte de ti. De otra forma, con el tiempo, puede llegar a producir algo, puedes pensar que alguna vez será realidad...
Era difícil para él pensar que podrían. Mejor dicho: que él podría. Que ella podría.
Sin embargo ella había sentido desde un principio que no debía ser de otra manera. No le importaba hablar de si podían o no. Querían estar juntos?, pues entonces? Aunque como muchas veces se dijo "Donde quieres estar, no siempre es tu lugar".
 ESE ERA SU LUGAR.
Sus almas. Su piel. Porqué no podía convencerlo de que iba a ser así toda sus vidas?.. Porque no quería hacerlo. Era simple.
Muchas veces lo iban a volver a intentar. Perdón, pero...para ser sincera, él diría hacerlo, y de hecho lo haría. Ella jamás lo había pensado de otra manera. No había intento, ella vivía de esa forma.

IX
Estaban en un mundo donde pocos se encuentran.
Prefieren no buscarse y pensar que cada uno esta en el mundo por alguna extraña razón que desconocen. Quien debería saber por qué estamos acá? Qué nos hace pensar que tenemos algún tipo de deber en esta tierra? Todos somos efímeros. Tan superfluos. Tan indiferentes para cualquier miserable resto...
No podía creer que había encontrado a alguien que desafiara esa perspectiva cruel sobre su marcha.
Lo amaba.
No podía creer que por algún momento él haya decidido acabar con eso. Pensarlo siquiera le parecía tan cruel para los dos...La acción había provocado algo inigualable.
Nunca nunca había sentido tal impacto. Sin embargo desde antes sabía, como dije antes, que iban a volar alto. Y las consecuencias son terribles.
Las alas se enredan, se doblaban con el viento. Los caminos si bien no se separaban algo provoco que él se soltara...Ella no podía dejar de temblar. No tenía idea de por qué el miedo no era lo que se aferraba a ella como lo había sido en otras situaciones de su vida, donde sentía que no sólo perdía algo; Se perdía ella.
No podía permitir semejante crueldad. No sabia si se estaba tornando en un autocastigo (le parecía algo demasiado egoísta, algo que hacia ella, nunca había experimentado de parte de él, no podía ser eso). O había dejado de creer en ellos.
Lo que haya sido, él ya no quería agarrar su mano. Él la había soltado, y nada debía explicar esa acción. Lo que uno hace, lo piensa. Lo que uno piensa no existe forma de no haberlo querido así, aún sin desearlo. Lo importante fue la acción. Finalmente la había soltado. Como nunca antes. Con la misma fuerza con que la había tomado. Con la misma convicción con que la había amado.
No se habían soltado. Pero estaban lejos. Él no la tomaba, y ella lo agarraba... 
Nunca quiso volver a pensar si lo atrapaba, o sólo esperaba que él tomara una decisión correcta. No podía ser cierto que pensara que eso sería lo mejor.

Ella lo tomaba. Lo esperaba.
"-No me vas a soltar...
-Sabes que lo voy a hacer no?
- No me vas a soltar."
(Ella sabía que él ya lo había hecho. Pero ella No lo soltaría)
Lo abrazó. 
Se volvieron a abrazar. Ella no supo distinguir si él tomó su mano o solo respondió al invisible temblor de su cuerpo, ya tan estremecido, palpitante y víctima de tal dolor...

Más tarde sintió que la tomaba más fuerte que nunca. Pero ella ya había vuelto a sentirse en el aire...
Ella estaba segura de que él también estaba seguro de algo.
De que quería estar con ella, pero sabía que no podía.
Nuevamente prometerían intentarlo...(él lo intentaría).
Lo triste para ella, es que sabía que siempre pensaría así. Nunca se iría.

(Lo amaba más que nunca. Cada día.)